Llega Semana Santa, y con ella los planes de escapadas, desconexión y descanso. Muchas personas aprovechan estos días para viajar, visitar a la familia o simplemente disfrutar de un merecido respiro de la rutina. Pero en medio de toda esta planificación, hay un miembro muy especial de la familia que a veces queda en segundo plano: tu mascota.
¿Quién cuida de ella mientras tú estás fuera? ¿Está incluida en los planes? ¿Sus necesidades están cubiertas? Este artículo busca recordarte que mientras tú disfrutas de tus vacaciones, tu peludo amigo también merece atención, cariño y bienestar.
¿Qué opciones tienes?
Antes de hacer las maletas, es importante decidir qué harás con tu mascota durante los días que estarás fuera. Aquí te dejamos algunas alternativas:
1. Viajar con tu mascota
Si tu destino lo permite, ¡llevarla contigo puede ser una gran opción! Cada vez hay más alojamientos pet friendly, playas adaptadas, restaurantes que los aceptan e incluso actividades diseñadas para ellos. Eso sí, asegúrate de:
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Verificar las normas de transporte (ya sea coche, avión, tren…).
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Llevar su cartilla veterinaria al día.
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Preparar un kit de viaje con comida, agua, correas, juguetes y su cama o manta favorita.
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Planificar descansos frecuentes si vas por carretera.
2. Dejarla con un familiar o amigo
Si tienes alguien de confianza que ya conoce a tu mascota, esta puede ser una opción cómoda y menos estresante para ella. Es importante que esa persona sepa cómo cuidarla adecuadamente: horarios de comida, paseos, medicamentos si los toma, comportamiento, etc.
3. Contratar un cuidador o paseador profesional
Cada vez hay más plataformas y servicios de cuidadores certificados que pueden quedarse en tu casa o recibir a tu mascota en la suya. Algunos incluso ofrecen reportes diarios con fotos y videos para que estés tranquilo mientras disfrutas tus días de descanso.
4. Residencias o guarderías para mascotas
Si prefieres un entorno más estructurado, existen residencias que ofrecen alojamiento, alimentación, socialización y supervisión veterinaria. Investiga bien antes de decidirte: pide referencias, visita el lugar, pregunta por la rutina diaria y asegúrate de que tu mascota estará cómoda y segura.
¿Y si decides dejarla sola?
Dejar a una mascota sola en casa durante varios días no es recomendable. Aunque los gatos son más independientes, siguen necesitando compañía, comida fresca, agua limpia y estimulación. En el caso de los perros, la soledad prolongada puede generar estrés, ansiedad, destructividad e incluso problemas de salud.
Si por alguna razón no puedes evitarlo, asegúrate de que alguien de confianza pueda visitarla al menos una o dos veces al día. Instalar cámaras puede ayudarte a monitorear cómo se encuentra, pero nunca deben sustituir el contacto humano real.
El bienestar emocional también importa
Recuerda: nuestras mascotas no entienden por qué te vas, solo sienten tu ausencia. Por eso, es importante hacer una transición lo menos traumática posible:
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Despídete con tranquilidad, sin dramatismos.
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Deja algo con tu olor (una prenda, una manta).
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Mantén sus rutinas lo más estables posible (alimentación, paseos, juego).
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Al regresar, dedícale tiempo extra para reconectar.
Reflexión final: vacaciones responsables
La Semana Santa puede ser una época maravillosa para desconectar y recargar energías, pero también es una oportunidad para demostrar que nuestras mascotas son parte de la familia, incluso cuando nos vamos de vacaciones.
Viajar con ellas, dejarlas en buenas manos o garantizar su bienestar mientras estamos fuera es una muestra de amor y responsabilidad.
Semana Santa = vacaciones… pero también es un momento para recordar que el compromiso con nuestros animales no se toma descanso.
¿Tienes alguna experiencia viajando con tu mascota o dejándola al cuidado de otros en Semana Santa? ¡Compártela! Y recuerda: ellos te esperan siempre con alegría, sin importar cuántos días hayas estado fuera. Que ese amor incondicional sea correspondido con cuidado y responsabilidad.