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Llegan las vacaciones, y la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿puede mi perro venir conmigo? ¡La respuesta es un rotundo sí! Viajar con tu mejor amigo peludo puede ser una experiencia maravillosa, llena de nuevas aventuras y recuerdos inolvidables. Sin embargo, requiere una buena planificación para asegurar que el viaje sea seguro y feliz para ambos.

Antes de salir: La preparación es clave

  1. Visita al veterinario: Antes de cualquier viaje, especialmente si es largo o a un destino nuevo, es fundamental una revisión. Asegúrate de que tu perro tenga todas sus vacunas al día, su desparasitación (interna y externa) sea la adecuada para la zona a visitar y que su identificación (microchip y placa en el collar) esté correcta y actualizada. Comenta con tu veterinario el destino para saber si hay riesgos específicos (por ejemplo, enfermedades transmitidas por mosquitos o garrapatas).
  2. Documentación en regla: Si viajas al extranjero, infórmate sobre los requisitos de entrada del país de destino (pasaporte para mascotas, certificados sanitarios, etc.). Dentro de España, asegúrate de llevar siempre la cartilla de vacunación.
  3. Transportín o sistema de retención: La seguridad en el vehículo es primordial. Tu perro debe ir seguro, ya sea en un transportín homologado (bien sujeto), con un cinturón de seguridad especial para perros o en una rejilla divisoria que lo separe del habitáculo. ¡Nunca suelto en el coche!
  4. Botiquín de viaje: Prepara un pequeño botiquín con gasas, desinfectante, vendas, protector de almohadillas, suero fisiológico, y cualquier medicación que tu perro necesite habitualmente.

 

Durante el viaje: Comodidad y seguridad en ruta

  1. Paradas frecuentes: Al igual que nosotros, tu perro necesita estirar las patas, hacer sus necesidades y beber agua. Planifica paradas cada 2-3 horas.
  2. Hidratación constante: Lleva siempre agua fresca y un bebedero portátil. Ofrece agua en cada parada y, si el viaje es largo, también durante el trayecto si tu perro lo acepta.
  3. Comida y rutinas: Intenta mantener sus horarios de comida y dale su alimento habitual para evitar problemas digestivos. Evita darle de comer justo antes de salir para prevenir mareos.
  4. Ventilación y temperatura: Asegúrate de que el coche esté bien ventilado y con una temperatura agradable. ¡Nunca dejes a tu perro solo dentro del coche parado, ni siquiera por un minuto! La temperatura sube muy rápido y puede ser mortal.
  5. Calma y paciencia: Algunos perros se estresan en el coche. Habla con él con calma, ponle música relajante o cúbrele el transportín con una tela fina si le da seguridad. Si sufre de mareos, consulta con tu veterinario sobre medicación preventiva.

 

En el destino: Disfrutar juntos

  1. Alojamientos «Pet-Friendly»: Investiga y reserva hoteles, casas rurales o campings que acepten mascotas y que tengan buenas reseñas. Pregunta por las políticas específicas (zonas permitidas, posibles suplementos).
  2. Explorando el entorno: Averigua si hay parques, playas o rutas donde tu perro pueda disfrutar suelto (siempre con control y respetando las normas). Recoge siempre sus excrementos.
  3. Respeto por el entorno: Sé un dueño responsable. Respeta las normas de cada lugar, mantén a tu perro bajo control y asegúrate de que no moleste a otros turistas o a la fauna local.
  4. Cuidado con el sol y el calor: Especialmente en verano, evita las horas centrales del día para las actividades al aire libre y siempre ten acceso a sombra y agua fresca. (¡Recuerda nuestro artículo sobre el golpe de calor!).

Viajar con tu perro es una oportunidad fantástica para fortalecer vuestro vínculo y crear recuerdos. Con una buena planificación y prestando atención a sus necesidades, las vacaciones serán una experiencia feliz y segura para toda la familia.