El verano es sinónimo de días largos, sol y paseos al aire libre. Sin embargo, lo que para nosotros es un placer, para las patas de nuestros perros puede convertirse en un peligro silencioso: el asfalto y otras superficies calientes. Las quemaduras en las almohadillas son más comunes de lo que pensamos y pueden ser muy dolorosas y difíciles de curar.
El peligro invisible: ¿Qué tan caliente está el suelo?
Aunque la temperatura ambiente sea agradable, el asfalto, el cemento, la arena de la playa o incluso la hierba artificial pueden alcanzar temperaturas extremadamente altas bajo el sol directo.
- Cuando la temperatura del aire es de 25°C, el asfalto puede llegar a los 50°C.
- Con 30°C en el ambiente, el asfalto puede superar los 60°C.
- A 35°C, el asfalto puede alcanzar los 70°C o más.
¡Imagina caminar descalzo sobre una superficie así! Las almohadillas de tu perro, aunque resistentes, no están diseñadas para soportar estas temperaturas y pueden quemarse en cuestión de minutos.
¿Cómo saber si el suelo está demasiado caliente? La «regla de los cinco segundos»
Es muy sencillo: coloca el dorso de tu mano sobre el asfalto o la superficie durante cinco segundos. Si te resulta incómodo o no puedes mantenerla, significa que está demasiado caliente para las patas de tu perro. ¡Si te quema a ti, le quemará a él!
Señales de que tu perro se ha quemado las almohadillas
Observa a tu perro durante y después del paseo. Algunas señales incluyen:
- Cojera o renqueo.
- Lamer o morder excesivamente sus patas.
- Almohadillas enrojecidas, ampolladas, peladas o con zonas oscuras.
- Negarse a caminar o a apoyar las patas.
Si sospechas de quemaduras, contacta a tu veterinario de inmediato.
Consejos para proteger las patas de tu perro en verano
La prevención es la clave para evitar estas dolorosas lesiones:
- Pasea en las horas frescas: Evita los paseos entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde, cuando el sol está más fuerte y las superficies más calientes. Opta por primera hora de la mañana o última de la tarde/noche.
- Elige superficies seguras: Siempre que sea posible, pasea a tu perro por zonas de césped, tierra o sombra. Si debes cruzar asfalto, hazlo rápidamente.
- Botitas protectoras: Si vives en una zona donde es inevitable caminar sobre superficies calientes o si tu perro tiene almohadillas sensibles, considera el uso de botitas protectoras. Acostúmbrale a ellas gradualmente en casa antes de salir.
- Hidratación y cuidado de las almohadillas: Mantén las almohadillas de tu perro hidratadas con bálsamos específicos para mascotas. Esto las hará más flexibles y resistentes, aunque no las protegerá del calor extremo.
- Revisa sus patas regularmente: Después de cada paseo, especialmente en verano, revisa las almohadillas de tu perro en busca de cualquier signo de enrojecimiento, cortes o ampollas.
¿Qué hacer si tu perro se quema las almohadillas?
Si tu perro se ha quemado las almohadillas:
- Llévalo inmediatamente a una zona fresca: Retíralo del asfalto caliente.
- Enfría las patas: Aplica compresas frías (no hielo directo) o sumerge sus patas en agua fresca (no fría) durante unos minutos.
- No apliques cremas o remedios caseros: Podrías empeorar la situación o dificultar el diagnóstico veterinario.
- Acude al veterinario: Es fundamental que un profesional examine las quemaduras para evaluar su gravedad, limpiar la zona adecuadamente, prevenir infecciones y recetar el tratamiento necesario.
Un paseo seguro es un paseo feliz. Presta atención al suelo y protege las patas de tu fiel compañero para que ambos podáis disfrutar del verano sin preocupaciones.