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El verano es una época para disfrutar al aire libre con nuestras mascotas, pero también trae consigo un aumento en la actividad de los insectos. Mosquitos, pulgas, garrapatas, abejas y avispas pueden convertirse en una molestia y, en algunos casos, en un riesgo serio para la salud de nuestros compañeros peludos. Saber cómo protegerlos y qué hacer si les pican es fundamental para un verano tranquilo.

Los principales culpables y sus riesgos

  • Mosquitos: Además de las picaduras molestas, los mosquitos son vectores de enfermedades graves como la leishmaniosis y la dirofilariosis (gusano del corazón).
  • Pulgas y garrapatas: Estos parásitos externos no solo causan picor y dermatitis, sino que también pueden transmitir enfermedades como la ehrlichiosis, anaplasmosis o la enfermedad de Lyme.
  • Abejas y avispas: Sus picaduras son dolorosas y pueden provocar reacciones alérgicas localizadas o, en casos más graves, reacciones anafilácticas sistémicas.
  • Arañas: Aunque la mayoría de las picaduras de araña no son graves, algunas especies pueden inocular venenos que causan lesiones cutáneas o síntomas sistémicos.

Prevención: La mejor defensa

La clave para evitar problemas es la prevención. Aquí te dejamos las medidas más efectivas:

  1. Desparasitación externa regular: Consulta con tu veterinario sobre el producto más adecuado para tu mascota y la zona donde vives o a la que viajarás. Existen pipetas, collares, comprimidos orales y sprays que ofrecen protección contra pulgas, garrapatas y, en algunos casos, mosquitos. ¡La constancia es vital!
  2. Repelentes específicos para mascotas: Algunos repelentes de insectos formulados para humanos pueden ser tóxicos para animales. Utiliza solo productos diseñados para perros o gatos, siempre bajo la recomendación de tu veterinario.
  3. Evita zonas de riesgo y horas pico:
    • Mosquitos: Reduce los paseos al amanecer y al anochecer, cuando los mosquitos están más activos. Evita zonas con agua estancada.
    • Garrapatas: Revisa a tu mascota después de paseos por zonas de vegetación alta, bosques o campos. Presta especial atención a orejas, axilas, ingles y entre los dedos.
  4. Mosquiteras: Si tu mascota duerme en el exterior o pasa tiempo en patios, considera instalar mosquiteras en ventanas o puertas.
  5. Mantén el entorno limpio: Aspira regularmente en casa, lava la ropa de cama de tu mascota con frecuencia y mantén el jardín libre de maleza y escombros.

 

¿Qué hacer si le pican? Primeros auxilios y cuándo ir al veterinario

A pesar de todas las precauciones, una picadura puede ocurrir. Aquí te indicamos cómo actuar:

  • Picaduras de pulgas o garrapatas:
    • Pulgas: Si ves pulgas, un baño con champú antipulgas y la aplicación de un producto desparasitante son el primer paso. Luego, trata el ambiente de tu hogar.
    • Garrapatas: Para retirarlas, utiliza unas pinzas especiales (disponibles en clínicas veterinarias) y gíralas suavemente hasta que la garrapata se suelte por completo, asegurándote de no dejar la cabeza dentro. Desinfecta la zona. Guarda la garrapata en un recipiente con alcohol por si tu veterinario necesita identificarla.
  • Picaduras de abejas o avispas:
    • Retira el aguijón: Si es una abeja, el aguijón suele quedarse clavado. Retíralo raspando con una tarjeta de crédito o la uña (no uses pinzas, podrías inyectar más veneno). Las avispas no suelen dejar el aguijón.
    • Aplica frío: Coloca una compresa fría o hielo envuelto en un paño en la zona para reducir la hinchazón y el dolor.
    • Vigila la reacción: Observa si la hinchazón es excesiva, si la picadura está en una zona delicada (boca, garganta, ojos) o si tu mascota muestra dificultad para respirar, vómitos, debilidad o urticaria generalizada. En estos casos, acude de inmediato al veterinario.
  • Picaduras de mosquitos o arañas:
    • Limpieza y observación: Limpia la zona con agua y jabón suave. Observa la evolución.
    • Atención veterinaria: Si la zona se inflama mucho, se enrojece, aparece una úlcera o tu mascota muestra síntomas de malestar general, es crucial llevarlo al veterinario.

Ante cualquier duda o síntoma preocupante, no dudes en contactar a tu veterinario. Una acción rápida puede marcar la diferencia en la salud y bienestar de tu mascota. ¡Disfruta del verano con la tranquilidad de saber que tu compañero está protegido!