Como dueño de una mascota, conocer sus hábitos y comportamientos es clave para detectar cuándo algo no va bien. Pero, a diferencia de nosotros, los perros, gatos y otros animales no pueden decirnos con palabras “me duele”. En cambio, expresan su malestar a través de cambios sutiles en su conducta, postura o rutina diaria.

Detectar el dolor a tiempo es fundamental: no solo para aliviar su sufrimiento, sino también para identificar enfermedades subyacentes antes de que empeoren. A continuación, te explicamos las señales más comunes de dolor en mascotas y qué pasos debes seguir si observas alguna de ellas.

🔍 Señales generales de dolor en perros y gatos

1. Cambios en el comportamiento

  • Se vuelve más retraído, apático o irritable.
  • Evita el contacto físico o se queja al ser tocado (especialmente en una zona específica).
  • En gatos: se esconde más de lo habitual, incluso durante comidas o momentos de cariño.
  • En perros: ladridos o aullidos inusuales, o se muestra inquieto sin motivo aparente.

2. Alteraciones en la movilidad

  • Cojea o se niega a subir escaleras, saltar al sofá o caminar.
  • Adopta posturas rígidas o encorvadas.
  • Tiene dificultad para levantarse después de estar acostado.
  • En gatos: deja de usar la caja de arena (por el dolor al agacharse).

3. Cambios en los hábitos diarios

  • Pérdida de apetito o rechazo a comer.
  • Lamer, morder o rascarse una zona con insistencia (puede indicar dolor localizado).
  • Respiración rápida o superficial, incluso en reposo.
  • Llora, jadea o gimotea sin causa evidente.

4. Expresiones faciales y lenguaje corporal

  • Ojos entrecerrados, ceño fruncido (sí, ¡los perros y gatos también lo hacen!).
  • Orejas hacia atrás, cola baja o tucked (entre las patas).
  • En gatos: bigotes hacia atrás y mirada fija o ausente.

🐾 Importante: Algunos animales, especialmente gatos y razas “estoicas” como el husky o el akita, ocultan el dolor por instinto. Por eso, incluso cambios mínimos merecen atención.

🩺 ¿Qué hacer si sospechas que tu mascota tiene dolor?

  1. No ignores los signos, aunque parezcan leves o temporales.
    El dolor crónico afecta la calidad de vida y puede enmascarar problemas graves (artritis, infecciones, enfermedades dentales, tumores, etc.).
  2. Evita medicarla por tu cuenta.
    Muchos medicamentos humanos (como el ibuprofeno o el paracetamol) son altamente tóxicos para perros y gatos, e incluso pueden ser letales.
  3. Llama a tu clínica veterinaria lo antes posible.
    Describe con detalle los síntomas, cuándo comenzaron y si hay antecedentes (caídas, cirugías recientes, etc.). En muchos casos, una evaluación presencial es necesaria.
  4. Facilita su comodidad mientras esperas la cita:
    • Ofrece un lugar tranquilo, suave y sin corrientes de aire.
    • No la obligues a moverse ni a interactuar.
    • Asegúrate de que tenga agua fresca y fácil acceso a su área de descanso.

💡 Prevención y seguimiento: tu papel como cuidador

  • Revisa a tu mascota semanalmente: toca suavemente patas, abdomen, boca y articulaciones. Si se queja, investiga.
  • Mantén controles veterinarios regulares, especialmente en animales mayores (a partir de los 7 años).
  • Consulta antes de iniciar suplementos o terapias alternativas (como CBD o acupuntura).

❤️ En nuestra clínica, priorizamos el bienestar sin sufrimiento

Sabemos lo angustioso que es ver a tu compañero en dolor. Por eso, contamos con protocolos de evaluación del dolor validados científicamente, opciones de manejo analgésico seguras y un enfoque integral que va más allá del síntoma. Porque una mascota sin dolor es una mascota feliz, activa y con mejor pronóstico ante cualquier enfermedad.

¿Notas algo inusual en tu perro o gato? No esperes. Llámanos hoy mismo.
Tu atención temprana puede marcar la diferencia.