Seguro que conoces a alguien que estornuda sin parar en primavera o que tiene la nariz tapada por el polvo. Las alergias son una realidad común para muchos humanos, pero ¿sabías que nuestros compañeros peludos también pueden padecerlas? La respuesta es un rotundo sí.
Las alergias en perros y gatos son mucho más frecuentes de lo que se piensa y pueden causarles una gran incomodidad. Entender qué son, cómo se manifiestan y qué hacer al respecto es el primer paso para asegurar su bienestar.
¿Qué son las Alergias en Mascotas?
Al igual que en las personas, una alergia en una mascota es una reacción exagerada de su sistema inmunitario a una sustancia inofensiva (un alérgeno). Cuando la mascota entra en contacto con este alérgeno, su cuerpo lo identifica erróneamente como una amenaza y desencadena una respuesta defensiva que se manifiesta en diversos síntomas.
¿Cuáles son los Culpables Más Comunes?
Los alérgenos que afectan a nuestras mascotas son variados y se clasifican principalmente en:
- Alergias Ambientales (Atopia): Son muy comunes y están causadas por elementos presentes en el entorno. Piensa en el polen de árboles, gramíneas o malezas (lo que causa alergias estacionales), los ácaros del polvo (que están en casa todo el año), esporas de moho o incluso la caspa de otros animales.
- Alergias Alimentarias: Aunque menos frecuentes que las ambientales, algunas mascotas pueden ser alérgicas a ingredientes específicos en su comida, generalmente proteínas como el pollo, la ternera, los lácteos o el trigo.
- Alergias a Pulgas: Una de las causas más comunes de picazón intensa. Las mascotas no son alérgicas a la pulga en sí, sino a la saliva que inyecta el insecto al picar. Una sola picadura puede desencadenar una reacción alérgica muy fuerte y molesta.
¿Cómo se Manifiestan las Alergias en tu Mascota?
A diferencia de los humanos que suelen tener síntomas respiratorios, en perros y gatos las alergias se manifiestan mayormente a través de la piel y los oídos. Presta atención si observas:
- Picazón excesiva: Rascarse, lamerse o morderse compulsivamente las patas, el abdomen, la ingle, las axilas o la base de la cola.
- Piel irritada: Enrojecimiento, inflamación, erupciones, costras o zonas sin pelo debido al rascado.
- Infecciones de oído recurrentes: Otitis (inflamación del oído) que pueden ser un síntoma subyacente de alergias.
- Problemas respiratorios: Estornudos, tos o secreción nasal/ocular pueden ocurrir, aunque son menos típicos que los síntomas cutáneos.
- Problemas digestivos: Vómitos o diarrea, especialmente si se trata de una alergia alimentaria.
La Importancia del Diagnóstico Veterinario
Si sospechas que tu mascota podría estar sufriendo de alergias, es fundamental que la examine un veterinario. Las alergias pueden confundirse con otras afecciones de la piel o parásitos, y un diagnóstico preciso es clave para un tratamiento eficaz.
El veterinario podrá determinar la causa de la alergia y recomendar el mejor plan de acción, que puede incluir desde cambios en la dieta y productos tópicos hasta medicamentos o terapias de desensibilización.
No subestimes el malestar que las alergias pueden causar a tu mascota. Si has notado alguno de estos signos, contáctanos para que podamos ayudar a tu compañero a sentirse mejor